En 2003 nace el Proyecto Marca España. Se tomó conciencia de la necesidad de coordinar las actuaciones públicas y privadas para transmitir a empresas e instituciones la importancia de ostentar una "imagen país" con el fin de que España adquiriese y aumentase su poder de influencia en el ámbito económico, político, social y cultural.
Existen factores que afectan de manera negativa a la percepción externa de España (la crisis, la situación económica, la tasa de desempleo...), pero tambiém existen elementos muy positivos en los que hemos de apoyarnos, entre ellos, los profesionales.
La marca España tiende a asociarse a empresas, organizaciones, entidades conocidas y reconocidas en el mapa internacional. Se asocia al carácter cercano y amable, al turismo y buen tiempo, a las fiestas, al ocio. Hoy nos planteamos si los profesionales españoles podrían ser considerados un elemento positivo más de la "marca España" como atributo que juega en favor del impulso de la reputación del país a nivel internacional.
En 2003 el estereotipo de los españoles frente a otros pueblos, según el informe Proyecto Marca España, respondía a un pérfil en el que destacábamos por aspectos expresivos y "cálidos" (emoción, vitalidad y ocio), frente a otros países que encajaban en la definición de instrumentales o fríos (eficacia, disciplina y trabajo). España cuenta con gente de buen carácter y grandes profesionales con una formación competitiva. Cierto es que su reflejo en el cómputo global de referentes de la "imagen país", actualmente, no tienen gran peso, pero son elementos reales, aunque falta una importante labor de comunicación.
Las carreras técnicas y sanitarias son las más demandan desde fuera, el turismo y la docencia también. Asímismo la internacionalización de empresas españolas son representación clara del potencial y el capital humano "escondido" tras el proceso de internacionalización que implica esfuerzo y profesionalidad.
Se habla de "éxodo de jóvenes españoles" o "fuga de cerebros", la emigración parece ser una opción cada vez más aceptada y generalizada por los profesionales españoles que son conscientes de que uno no puede quedarse parado y ha de buscar oportunidades donde existan. La alta tasa de paro y los más de 5 millones de ciudadanos que se encuentran en situación de desempleo junto con la gran demanda externa de profesionales son un drama, pero también una oportunidad. El conjunto de datos mencionados actúan como elementos clave para que la salida de profesionales españoles a ámbitos laborales extranjeros, haga de ellos embajadores de la Marca España.