"Sólo consigo hacer cosas cuando me financian y sólo me financian cuando doy las gracias". Con esta frase, Marcos Concepción, Director de la Asociación Española de Fundraising hacía hincapié en la necesidad de implicar a los donantes de las organizaciones no gubernamentales (ONG) en los diferentes proyectos.
Es sabido por todos que también las ONG se han visto afectada por la crisis y según datos aportados en el Informe "Estudio sobre el presente y futuro del Tercer Sector social en un entorno de crisis", elaborado por el Instituto de Innovación Social de ESADE, la Obra Social La Caixa y la Fundación PwC, la financiación de las ONG podrían caer más de un 30% en los próximos cinco años.
Los cambios destacados por el estudio en materia de financiación que obligarán al sector a reorientarse son:
• De receptor de fondos a agente activo en la búsqueda de financiación mayoritariamente privada: la caída de la financiación pública obligará a las entidades a buscar nuevas formas de atraer financiación privada.
• De auditoría de gastos y facturas a medición de resultados: el cambio del perfil del financiador implicará que la justificación de fondos dejará de basarse en facturas para pasar a pivotar sobre la medición de resultados.
• De entidades independientes a entidades en colaboración: la presión financiera obligará a ceder importancia al actual sentimiento de identidad de las entidades, rompiendo así la una de las principales barreras para la colaboración, compartición de recursos y fusiones entre entidades.
• De entidades dedicadas íntegramente a actividades de no atención a un predominio de entidades dedicadas a la atención directa: la sensibilización con la crisis económica llevará a una priorización de las actividades de atención directa por parte de los financiadores frente al resto y por tanto, a que entidades antes dedicadas a advocacy o investigación transformen su cartera de servicios hacia una mayor atención directa.
• De receptor de fondos a agente activo en la búsqueda de financiación mayoritariamente privada: la caída de la financiación pública obligará a las entidades a buscar nuevas formas de atraer financiación privada.
• De auditoría de gastos y facturas a medición de resultados: el cambio del perfil del financiador implicará que la justificación de fondos dejará de basarse en facturas para pasar a pivotar sobre la medición de resultados.
• De entidades independientes a entidades en colaboración: la presión financiera obligará a ceder importancia al actual sentimiento de identidad de las entidades, rompiendo así la una de las principales barreras para la colaboración, compartición de recursos y fusiones entre entidades.
• De entidades dedicadas íntegramente a actividades de no atención a un predominio de entidades dedicadas a la atención directa: la sensibilización con la crisis económica llevará a una priorización de las actividades de atención directa por parte de los financiadores frente al resto y por tanto, a que entidades antes dedicadas a advocacy o investigación transformen su cartera de servicios hacia una mayor atención directa.
En cuanto a los principales retos e implicaciones de las ONG en el futuro, según el informe, la flexibilidad y agilidad de adapatación, el modelo de financiación, la orientación a resultados, la potenciación en las relaciones con otras entidades, la mutualización y una relación más estrecha con la sociedad civil, llevarán a una mayor profesionalización del sector.
No hay comentarios:
Publicar un comentario