Es sabido por todos que el Community Manager, es la persona responsable de la comunidad, aquella que establece una estrategia para construir relaciones personales con sus miembros, favorece el intercambio de información y responde a las demandas e inquietudes que se manifiestan a través de comentarios cruzados.
El Community Manager es el punto de conexión entre la marca y la comunidad.
Es una figura que se ha puesto especialmente de moda, pero que a su vez, se ha convertido en un elemento imprescindible. Las empresas, organizaciones o instituciones de cualquier orden, ven en este sujeto una herramienta fundamental para ser visibles en red y llegar a un público objetivo determinado.
El Community Manager ha de ser un líder con capacidad de motivar e incentivar a la comunidad, un buen comunicador capaz de hacer comprensibles todos los mensajes que transmite, empático para ponerse en la piel de los miembros y la empresa respondiendo así a las necesidades y demandas de ambos. Ha de ser también dinámico y rápido en sus respuestas y reacciones, así como el moderador de actuaciones y comentarios que proceden de los distintos sujetos.
No obstante, existen dos tipos de “administradores de comunidad” con funciones diferentes aunque con capacidades similares.
Por un lado tenemos al estratega, aquel que plantea los proyectos a medio-largo plazo y desarrolla la estrategia de comunicación de una forma más técnica. Este será el encargado de planificar la estrategia global de comunicación. Social Media Manager es el término con el que se identifica.
No obstante, el estratega necesita a alguien con capacidad para poner en marcha el plan elaborado, es ahí donde entra en juego el Community Manager como tal.
Su actividad viene enmarcada en el cortoplacismo y sus resultados son cuantificables y evaluables. Su buen hacer en red viene determinado por elementos variables como pueden ser los seguidores, los fans o retweets, entre otros.
Es por tanto, el Community Manager, el brazo ejecutor de Social Media Manager.
Sin embargo, la actividad desarrollada por estos sujetos, viene determinada por los objetivos planteados por la organización. Mientras que algunas tienen como meta "hacer ruido" en la red, es decir, estar en la red, pero de manera puntual, otras hacen uso de las redes sociales, como una herramienta imprescindible integrada en el plan de comunicación, transmisora de una identidad corporativa, principios, fines y objetivos de la misma. En la intención de esta última tipología, es donde ambos sujetos, estratega y ejecutor, junto a un plan estratégico de comunicación, cobran un verdadero sentido.
¿Y tú, qué tipo de relación quieres con tu comunidad?
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