Prepararte para ser futbolista y terminar siendo jugador de baloncesto

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¿Qué es lo que ocurre si llevas jugando al futbol varios años y te fichan para jugar en un equipo de baloncesto? 

Obviamente ambos son deportes, se practican en grupo y se han de tener unas cualidades generales para desenvolverte adecuadamente en el terreno de juego, no obstante, se corren varios peligros:

• Para el futbolista: La falta de práctica y la dificultad en la adaptación del jugador
  
• Para el equipo: La falta de eficiencia en el desempeño del juego desequilibrando la labor del equipo
• Para la afición, el futbolista y el equipo: La pérdida de valor de las cualidades propias del jugador como futbolista

El pasado 13 de febrero tuvo lugar la presentación de la última edición del Informe “Datos y cifras del sistema universitario español 2013-2014". Este representa los indicadores del curso 2012-2013 y las previsiones del curso 2013-2014.

Aunque han sido varias e interesantes las conclusiones alcanzadas, quería referirme especialmente a las del tipo de trabajo que realizan los universitarios. 

• Así, un año después de haberse titulado se observa que el 48,1% ocupan puestos cuyo requisito es ser titulado universitario, el 23,5% ocupan trabajos con nivel de especialidad medio y el 28,4% tienen trabajos con bajo nivel de especialidad y de carácter manual. Esto es, de los recién titulados prácticamente la mitad ocupan un puesto de trabajo acorde a su nivel de formación. La situación mejora unos años después, en concreto, los datos de 2012 para la cohorte de 2005-06 indican que el 60,4% ocupan puestos en los que se requiere titulación universitaria y el 16,8% siguen ocupando trabajos poco especializados de carácter manual. Sin embargo, y aunque ha aumentado el porcentaje de universitarios ocupando puestos adecuados para su nivel formativo, debe destacarse que seis años después de haberse titulado, todavía casi el 40% de los afiliados realizan trabajos para los que no se requiere el nivel de formación que ellos poseen. 

Según este fragmento del estudio, de los recien titulados, cerca de la mitad ocupan un puesto de trabajo acorde con su formación, ello indica que con la otra mitad pasa lo contrario, y es que estos desajustes llevan aparejados impactos negativos como pueden ser la inestabilidad o la desmotivación de los profesionales.

En esta línea, el informe de Randstad Into de Gap de abril del 2013, apunta que en España, en el año 2020 existirá una importante brecha de empleo de 1,9 millones de trabajos altamente cualificados. Estos empleos no serán cubiertos debido a los desajustes. En el entorno europeo, el mismo dato asciende a cerca de 35 millones de puestos sin cubrir para el 2050.  

Se ha de incentirvar el reajuste entre el perfil profesional y el profesional demandado.

En esta ámbito surge una iniciativa presentada recientemente. Es el conocido como Observatorio para la Innovación en el Empleo a través del cual, 19 multinacionales trabajan conjuntamente para generar un espacio de acción, atajando aquellos asuntos en materia de Empleo en España más problemáticos. La primera de las materias tratadas es empleo juvenil y la distancia existente entre la universidad y la empresa.

Un proyecto de gran interés que nos acerca algo más a esa labor de procurar encontrar la adecuación entre lo que se ofertada y lo que se demanda en el ámbito laboral. Al menos, así lo esperamos.